Las calderas son los sistemas para conseguir agua caliente y calefacción más utlizados.

Calderas

El funcionamiento de una caldera es bastante sencillo. Tienen una zona estanca denominada quemador donde se produce la creación de calor desde una fuente de energía (gas, gasoil, electricidad,…). Dentro de esa zona estanca hay una tubería que se calienta por la que circula el agua. 

El agua sale caliente de esa tubería y ya se distribuye en dos circuitos, uno para el agua caliente sanitaria y otro para la calefacción.

Tipos de calderas:

La manera más común de clasificar las calderas para calefacción es por el tipo de energía que utilizan. Así podemos encontrar:

Calderas de gas natural. Si existe conexión a la red serian las más recomendables entre las calderas de gas, ya que son más eficientes y más económicas.

Calderas de gas propano. Lo mejor del gas propano es su versatilidad, ya que se puede proporcionar con diferentes formatos (a granel, en bombonas o incluso canalizado).

Calderas de biomasa. Son más ecológicas, ya que utilizan combustibles vegetales para funcionar. Utilizan pellet para funcionar. El mayor inconveniente es que necesitaremos espacio para almacenarlo y normalmente la carga del mismo se hace de manera manual.

Calderas eléctricas. Mucho más limpias, aunque podrían ser más caras en función del precio del kw y la tarifa que tengamos contratado con nuestra compañía eléctrica.

Calderas de gasoil. Aunque todavía existe un parque numeroso de calderas de este tipo el hecho de que sean contaminantes unido a los elevados precios del gasoil desaconsejan su instalación.

También podremos encontrar las calderas por condensación, que acumulan el calor para precalentar el agua antes de expulsarlo por la chimenea y las calderas estancas.